Cásting para Katherine S. Pierce

Cásting para:
Katherine I. Pierce.
Nombre del personaje:
Katherine Pierce.
¿Por qué tu casting debería ser aceptado?:
Porque yo siempre soy activa y procuro tener buena ortografía y meterme en la piel del personaje. Además amo a Katherine y por cierto, si me llegan a aceptar ¿Me podrían cambiar el nombre? A: Katherine S. Pierce  Gracias <3 Este cast es de otro rp pero es un cast en general del personaje en si, espero esté bien.


PRUEBA DE ROL
Situación:
Cazando.

Tac, tac, tac.

Los tacones resonaban entre las calles de Mystic Falls, dirigiéndose hacía el bosque donde se encontraba una cascada. Ahí mismo se encontraban estúpidos humanos, admirando la belleza del lugar, sin saber que un depredador estaba al acecho, ocultándose tras ese rostro de una joven inocente de 17 años. Ella se encontraba hambrienta, necesitaba cazar algo fresco y no bolsas de sangre del hospital, necesitaba escuchar los quejidos de sus victimas entre sus brazo, ser como la Katherine de antes, al menos por un pequeño momento, donde nadie la observaba y no dejaría rastro de lo que haría hoy.

Se estaba comportando muy bien estas semanas, había sido de gran ayuda en cuanto el tema de Elena Gilbert. La odiaba, eso estaba más que claro pero aún así la ayudaba en su nueva vida de vampira ¿Porqué? Solo para no volver a ganarse el odio de los hermanos Salvatore, además de que iba a volver a ganarse su confianza, era mejor eso que tenerlos a todos como enemigos, estaba muy claro. Katherine no cambiaba sin ningún motivo oculto y todos lo sabían, su vida era muy importante, por eso mismo es que no hacia nada contra la nueva vampiresa, al menos no por ahora.

Como sea, ya había llegado como cualquier indefensa humana dirigiéndose hacía la cascada. No pudo evitar sonreír apenas cuando vio que un chico se encontraba ahí parado, por lo que se acercó por atrás -- Hola -- Saludó con voz un poco cantarina, sonriendo de lado viendo como se sobresaltó al oír su voz derrepente. Los humanos eran tan predecibles, tan fáciles de asustar.
Cuando se volteó, ella recién ahí pudo usar sus increíbles dones -- Acompáñame -- Ordenó, caminando hacía el bosque para que así ambos se internen y así que ella pueda tener su pequeño refrigerio.

No sentía ni una pizca de culpa por tener que matarlo, de hecho se sentía ansiosa por hacerlo ¿Así de perra puede ser? Bueno, si pero ese era su estilo de vida, la de todos los vampiros, no estaba del todo mal. Katherine se detuvo en seco cuando estuvieran ya bien internados en el bosque, se notaba la confusión clara del chico, por lo que ella le dedicó una mirada algo maliciosa -- No sabes cuanta hambre tengo. Lo siento pero tengo que hacerlo -- ¿La mentira? No lo sentía, para nada. Ella podía sentir todo, las pulsaciones del chico, absolutamente todo.

Se acercó con deliberada lentitud hacía donde estaba el muchacho porque por el miedo que esto le causaba al parecer era incapaz de moverse y le dio un beso en los labios con suavidad. Si algo era divertido para Katherine era jugar con su presa y sin duda esta era su parte favorita, sentir el temor de este.
Sus labios sabían deliciosos, haciendo que la ansia crezca cada vez mas hasta hacerse irresistible ante ella, por lo que con una mano jaló con suavidad del cabello del chico haciendo que su cuello se vea, posando besos en este -- Esto dolerá un poco -- Añadió con una sonrisa maliciosa en sus labios y clavó sus colmillos en él, haciendo que un chorro de sangre cayera directo hacía su garganta, exquisito.

La sangre pasando por su garganta tenía un sabor dulce, empalagoso, delicioso: le encantaba y lo había extrañado. No podía evitar sonreír mientras comenzaba a succionar cada gota de sangre que salía de su cuello, tal cual una garrapata. Le encantaba y no le importaba matarlo. Podía sentir como el chico trataba de salirse de donde estaba pero ella era una vampiresa, muco mas fuerte que un simple humano por lo que no hizo mas que agarrarlo y seguir con lo suyo hasta que sintió como dejó de moverse y su corazón dejó de bombear, lo había dejado seco.

-- No sé como lo hace Stefan -- No pudo evitar decir respecto a la sangre de animal, esta muy claro que la sangre de un humano es mucho mas superior. Miró el cuerpo y lo dejó enterrado en un montón de hojas, nadie podría encontrarlo porque nadie venía por estos lados, eso era lo bueno de ser una experta como lo era ella en estos casos. Con su lengua se relamió sus labios sintiendo aún un poco de la sangre, esperando a que sus ojos regresen a la normalidad y comenzando a andar devuelta a la ciudad, ya era hora e iría a visitar a sus favoritas creaciones: los hermanos Salvatore. Haber si podía ella ser útil y de paso, enterarse de otras cosas.