{#} Descripción de Razas: Elementales.

Elementales


En la pequeña ciudad de Lochsbury, situada en la frontera estadunidense con Canadá situada a orillas del Lago Superior, nada es lo que parece. Conocida en todo el país y parte del mundo como idílico emplazamiento de una prestigiosa Mansión Ivanov, probablemente hayas oído hablar de lo difícil que es ser admitido en tal lugar, y seguro que tienes algún conocido que, de hecho, solicitó plaza con excelentes referencias y fue rechazado por la Mansión Ivanov. No es de extrañar, pues es la propia institución quien elige a quien albergar.

Y, ¿cómo escoger entre tan amplio abanico de excelentes mentes repartidas por todo el mundo? Resulta bastante sencillo, sí, siempre que se tenga en cuenta una de las máximas de este establecimiento: enseñar a aquellos jóvenes poseedores del fantástico don de controlar uno de los cinco elementos, ya sea agua, aire, espíritu, fuego o tierra, a dominar esta habilidad.

Jóvenes de todo el mundo reciben, tan pronto como les llega la hora de cursar estos estudios secundarios (es decir, en el mes de septiembre del año que cumplan los dieciocho), carta de tan prestigiosa institución, donde toda información les es detallada.

Pero, ¿no crees que si tuvieras control sobre el fuego, por ejemplo, ya lo habrías notado? ¡Sí! ¡Es probable que papeles hayan prendido fuego mágicamente a tu alrededor, y que las chispas broten de tus dedos sin que halles respuesta alguna! Un elemento descontrolado dominará a quien debería haberlo denominado, y sólo su estudio intenso alcanzará a hallar su control.

Por eso, y desde hace siglos, la Mansión Ivanov se dedica a la ardua tarea de entrenar a los Elementales con el fin de sean capaces tanto de dominar su elemento, como de proteger a la Tierra en la dura batalla que se avecina.


AGUA


Elemento presente en cualquier lugar del mundo, bajo el suelo o en las nubes, en los propios cuerpos de los seres vivos, quien sea capaz de controlarte tendrá un torrente de poder latiendo en sus venas.

Los elementales agua son capaces de ejercer control sobre el medio acuático, pero nunca de crear el propio elemento. Mueven, incrementan el flujo de ríos y océanos, con el tiempo pueden incluso llegar a crear terribles terremotos, atacan y defienden valiéndose únicamente de su elemento.

Y no acaba ahí su control. Poseen una especial sensibilidad sobre el futuro, y algunos dicen que, cuando sueñan, en ocasiones esta leve pérdida de la consciencia les permite tener sorprendentes visiones del futuro en forma de promoción. Y esas visiones siempre se cumplen.

¿Qué sería de la vida sin el agua?, ¿qué sería del mundo sin su tenue surgir? Por eso el agua, que nos da la vida, también nos la puede devolver. O algo así. Los controladores del elemento agua son capaces de sanar pequeñas heridas, y conforme su poder va aumentando, también lo hace la gravedad de aquello que puedan sanar, aunque nunca lleguen a poder revocar la muerte.

Los elementales agua muestran especial habilidad con el uso de lanzas y jabalinas, que siempre proyectan a distancia valiéndose en ocasiones del impulso de su elemento. Suelen de carácter tranquilo, al igual que el suave curso de su río.

Poderes: control del agua, sueños proféticos y sanación.



AIRE


El aire, presente en todos los entornos por desnaturalizados que sean, es el soplo que nos da la vida, y algunos pocos son capaces de controlar este cambiante y volátil elemento.

Los elementales aire mueven este elemento a su antojo, siendo capaces de, mediante ráfagas y corrientes de aire, transportar diversos objetos en forma de proyectiles. Es también el elemento que ejercer como “canal de comunicación”, ya que todos los mensajes se llevan y muevan a través del aire. De esta manera, este elemento, tan próximo al Cielo, tiene siempre un mayor contacto con el ámbito de los Ángeles, y es, por lo tanto, terriblemente difícil de pervertir.

Ya que el aire mueve, mece y transforma, los controladores de este elemento son capaces de introducir ligeras y tenues ilusiones en mentes ajenas, fácilmente disipables. Estas ilusiones, sin embargo, confunden a sus adversarios, ofreciendo a los elementales una ligera ventaja.

Otra de sus facultades es, dado su control sobre el aire, el del movimiento. Pueden moverse a una velocidad sobrehumana, haciendo que este desplazamiento sea invisible para quienes observen la escena. Este control no se asimila a grandes distancias, ya que gasta una gran cantidad de energía en los individuos.

Se especializan en el uso de armas a distancia, preferentemente los arcos, ya que son capaces de proyectar las flechas a amplia distancia. Suelen ser personas que cambian rápidamente de opinión, al igual que el aire lo hace de dirección.

Poderes:control del aire, implantación de ilusiones y movimiento..



ESPÍRITU


Extraño elemento que nadie, ni siquiera quienes lo controlan, llega a comprender en su totalidad. ¿Qué es el espíritu, esa extraña energía que parece residir en todos nosotros? ¿Cuáles son sus límites, y cuál es su esfera de control? Bien, los elementales espíritu muestran especiales dotes para adivinar los estados anímicos de los demás e, incluso, mediante el entrenamiento, llegar a controlarlos, sin poder modificarlos totalmente.

También poseen capacidad de manipular el medio electromagnético, creando corrientes eléctricas que pueden afectar tanto a aparatos eléctricos como a objetos metálicos. Es habitual que se les dé mejor todo lo referente a la tecnología, que encienda luces a su paso o atraigan a los rayos y las tormentas, y se dice que, a su alrededor, hay un extraño campo magnético.

La energía nunca muere, sólo cambia, y lo que pasó no ha dejado de existir, fluye en algún lugar. Quizás es por su relación con la electricidad, o mero designio de los hados, los que controlan este elemento son capaces de ver imágenes de lo acaecido en el pasado. Esto les puede ser tremendamente útil a la hora de conocerse a sí mismos, al mundo que los rodea y, sobre todo, a los elementos. Y, ¿quién dice que no sea una baza frente a ángeles y demonios?

Poderes: control de la energía, control anímico e imágenes del pasado.



FUEGO


El fuego es el único elemento que no contribuye a la creación de la vida, el único que sólo destruye. Sí, el fuego nos da calor, nos abriga con su suave resplandor, pero también puede quemarnos, matarnos. Por eso, no es de extrañar que los elementales fuego sean tempestuosos e impredecibles. Si alguien es más propenso a apoyar a los demonios en su cruzada por la aniquilación, son ellos.

Pueden avivar una llamarada, crear una hoguera donde sólo había chispas, incluso, cuando llevan años y años entrenándose en el manejo de los elementos, son capaces de canalizar la energía de las personas y convertirla en una llamarada, quemándolos desde sus propias entrañas, pero no son capaces de crear su elemento de la nada.

Poseen un sexto sentido intuitivo que les hace saber cuándo un camino no es seguro, o una persona es peligrosa. Pero, pese a ese sentido, no son hábiles a la hora de distinguir a los demonios que se hacen pasar por humanos, ya que sienten una irrevocable atracción hacia ellos.

Esa atracción hacia los demonios ha destruido en más de una ocasión a los elementales, llevándolos hacia el camino equivocado. Los elementales fuego deben enfrentarse a la dura tarea de controlarse a sí mismos, y no sólo a la hora de crear una llamarada, sino también a la de permanecer fieles a quienes son.

Los elementales fuego tienen también la extraña capacidad de recibir imágenes del presente. Es algo que no pueden controlar, pero cuando esas visiones ven, son capaces de ver lo que está pasando en ese mismo instante… en cualquier lugar. Con entrenamiento, pueden llegar a enfocar esas visiones hacia personas o lugares concretos, pero es una práctica tremendamente complicada.

Poderes: control del fuego, sexto sentido intuitivo e imágenes del presente.



TIERRA


La tierra que pisamos, los árboles que nos rodean, cada animal que puebla este planeta… Todos forman parte de lo mismo, del mismo sistema, de la misma vida. Los elementales tierra pueden impulsar el crecimiento de las plantas, estimularlas para crezcan vigorosas y altas… y te atrapen sus raíces, y te asfixien, y te arrastren hasta las entrañas de la tierra. Pueden parecer inofensivos, carentes de poder, y considerarlos así sería un grave error.

Los elementales tierra suelen tener grandes necesidades afectivas, pues al estar atados al suelo que pisan, lo están también a las personas a las que aprecian. A menudo tratan de escapar de esa sensación, fingiendo ser mucho más independientes e insensibles de lo que de verdad son, pero las raíces que los atan a la tierra son también las que les atan a aquellos a quienes aprecian, y no pueden huir de sí mismos durante mucho tiempo.

Pueden destruir, hacer que la tierra tiemble y se estremezca, pero también son creadores de la vida en su forma más exuberante. Quizá por eso los animales parecen preferirlos entre todos los humanos, y no es raro que, a menudo, les ayuden u obedezcan órdenes sencillas. Estos elementos tienen también la habilidad de comprenderlos mejor, de entender lo que les quieren transmitir o lo que sienten.

Dado su conocimiento del medio, estos elementales pueden mimetizarse con el entorno, haciendo que, a simple vista, no se perciba su apariencia. Esta habilidad funciona mejor cuanto mayor es su necesidad, y no es del todo eficaz, ya que si uno se fija en exceso puede percibir una fina línea que dibuja el contorno del elemental que trata de esconderse.


Poderes: control de la tierra, empatía animal y mimetización con el entorno.